CÓMO PIENSAN LOS RICOS Y LOS POBRES: DIFERENCIAS

Cuanto más y mejor sirvas, más ingresos obtendrás. Cuanto mejor soluciones los problemas de los demás, y a cuanta más gente puedas ayudar, más dinero obtendrás. Lo que damos, es la única variable que cuenta para saber cuánto obtendremos en una economía orientada a resultados.

 Los pobres sin embargo piensan que deben ser pagados en función de la cantidad de tiempo que inviertan en una actividad.

Saben que cuanto más aprendes, más ganaras, porque serás más capaz de solucionar esos  problemas a los demás, realizarás mejor tu trabajo y obtendrás mejores resultados, que se traducirán en mayores ingresos.

Cuando le preguntaron a Warren Buffet en qué aconsejaría invertir, dijo que la mejor inversión que puede hacer cualquier ser humano es en sí mismo, a través de la formación, de aprender más cada día, de leer más, de hacerte mejor en tu campo de trabajo. Bill Gates reconoce que lee 50 libros al año, Elon Musk (creador de Tesla, Paypal, Space X, etc.) reconoce que aprendió todo lo que sabe leyendo libros de texto. Todos los grandes que conoces dedican tiempo e formarse y a mejorar constantemente.

Los pobres sin embargo reconocen que solo 1 de cada 50 tienen el hábito de leer diariamente para aprender más.

Los ricos tienen la humildad de reconocer que tienen mucho que aprender. Sin embargo los pobres  creen que se lo saben todo.

Lee al menos de 30 a 60 minutos al día. Te aseguro que  los resultados a medio plazo te sorprenderán. También puedes hacer nuestr o curso de educación financiera. 

Un vendedor que vende puerta a puerta puede responder de dos maneras ante una misma situación o desafío: Imagina que es un día lluvioso; el vendedor A puede argumentar: hace un día malísimo, ¡nadie en la empresa puede esperar que salgamos a trabajar con esta lluvia! El vendedor B, sin embargo, puede pensar: qué buen día para salir a vender, al haber tanta lluvia, ¡seguro que todo el mundo está en sus casas!

Los pobres ven obstáculos y se dan por vencidos rápidamente. Los ricos buscan oportunidades, y por tanto las encuentran constantemente. Los pobres piensan “No puedo”, los ricos piensan “¿Como lo voy a hacer?”

Una característica común es que los ricos, incluso antes de serlo, gastaban menos de lo que ganaban, y lo primero que hacen cuando reciben un ingreso es pagarse a sí mismos. Para ello, nada más cobrar  apartan unos porcentajes para:

• Invertir
• Cuenta de ahorro seguro
• Formación
• Caridad
• Lujo

Esto lo vemos en profundidad en el curso de educación financiera de Reta Tus Límites, donde te aconsejamos los porcentajes que debes apartar cada vez que ingreses dinero y te damos una hoja de cálculo profesional donde poder llevar todas tus cuentas al día.

Este hábito tan simple, repetido en el tiempo, utilizando el interés compuesto, y buscando nuevas formas de ganar dinero y aumentar sus ingresos continuamente, es lo que hace que los ricos  acaben siendo ricos.

Patrón de una persona rica: COBRA – AHORRA (APARTA UN DINERO) – SE ACOSTUMBRA A VIVIR CON EL RESTO

Patrón persona pobre: COBRA – GASTA – SI QUEDA ALGO LO AHORRA (NORMALMENTE NO QUEDA NADA)

Esto, que puede parecer un pequeño detalle, hace  que la diferencia a medio plazo sea enorme. Si no aprendemos a controlar el gasto, gastaremos siempre todo lo que tengamos, aunque sea en cosas irrelevantes que realmente no queremos o no nos hacen falta.

¿No os ha pasado  a vosotros, o conocéis a alguien que cuando gana 1000€, gasta 1000€? Y cuando le suben el sueldo y gana 1300€, gasta 1300€, y cuando llega a 2000€, gasta 2000€. Esta persona no es más feliz, solo aumenta su ritmo de gasto (mejores restaurantes, mejores coches, mejor ropa) y sigue esclavizada en un trabajo, que muchas veces detesta, para mantener este ritmo de vida que tampoco le acaba de llenar.

Los ricos sacrifican a corto plazo estos gastos, para generar fuentes de ingreso pasivas, recurrentes y crecientes, que les aporten cada vez más ingresos, a la vez que libertad para hacer lo que realmente desean con su tiempo.

 Los ricos tienen el hábito de escribir en un papel objetivos claros, concisos, con una fecha de realización determinada y motivadores, en los ámbitos más importantes de su vida.

 Esto les ayuda a recordar constantemente para qué están trabajando y a dónde quieren llegar. Planifican estrategias para lograr sus objetivos, y si se desvían, corrigen. Tienen mucha perseverancia, y no se rinden hasta conseguirlos.

Los pobres no se ponen objetivos, y llegan a donde les lleva la vida, sin tener control de esta, y lo que es peor, teniendo la sensación de  que no tienen poder sobre las cosas que les suceden.

✅ Son como un barco sin faro, que va a la deriva, y puede acabar en cualquier playa, en función de la suerte o mala suerte que tengan. Los ricos, sin embargo,  son como barcos con un faro grande y brillante: se pueden desviar, pueden tardar más o menos, pero acaban llegando a su meta.

Se dice que somos el resultado de las 5 personas con las que pasamos más tiempo. Si esto es así, puedes entender la importancia de compartir tu tiempo con personas positivas, con inquietudes, con ganas de mejorar, con ganas de llegar a ser su mejor versión, en vez de con personas que solo se quejan, o que piensan que no merece la pena intentar las cosas.

Intenta pasar todo el tiempo que puedas con esas personas que te aportan de verdad, que tiran de ti, que sacan tu mejor versión. Y huye de las que solo te lastran, se quejan o hablan constantemente de las dificultades y  de lo malo de la vida.

Un ejemplo sería como reaccionan un pobre y un rico ante esta situación:

Es un día muy caluroso de verano, y los dos tienen 5€. El pobre quiere un helado y una horchata, pero tanto el helado como la horchata cuestan 5€, así que se conforma solo en el helado.

El rico también quiere el helado y la horchata, y también tiene 5€, pero inmediatamente se pone a pensar cómo puede obtener todo lo que quiere.

Finalmente decide comprar un pack de 6 aguas de 1 litro con los 5€, y se pone a venderlas de manera individualizada, aprovechando el calor que hace, en un lugar muy transitado. Vende cada agua por 2€, obteniendo dinero suficiente para comprar el helado, la horchata, y quedarse con 2 €.

Te aconsejo que leas este artículo sobre las creencias limitantes que existen sobre el dinero.

Hay una gran diferencia entre saber de algo, hablar de algo, y realmente hacerlo.

Los ricos implementan inmediatamente lo que aprenden, aunque no sea perfecto, porque saben que con la práctica, los fallos, y los fracasos, es con lo que se aprende. No tienen miedo a equivocarse o a fracasar, porque entienden que el fracaso es un paso necesario para alcanzar el éxito. Los ricos dan el primer paso lo antes posible, porque saben que es el que más cuesta.

Los pobres se ponen excusas para no empezar las cosas, se justifican, y las posponen. Hablan de lo que harán, pero nunca lo hacen.

Los ricos asumen siempre el 100% de responsabilidad. De todo. Los pobres siempre echan las culpas de lo que les sucede a los demás, a la sociedad, a la economía, etc

Los ricos entienden que en la partida de la vida, no eliges las cartas que te tocan, pero sí eliges cómo jugarlas.

Los pobres, al buscar excusas y justificaciones, al quejarse, ponen toda su atención en esto, en vez de en cómo solucionar el problema o cómo obtener algo positivo de esa mala experiencia.

Al no aceptar el 100% de la responsabilidad, porque no entienden ni asumen que son 100% responsables de su reacción ante lo que les sucede, se sienten indefensos e incapaces.

La realidad es que pueden elegir siempre la forma en la que van a afrontar los desafíos que aparezcan en sus vidas, y si lo aceptan, lo integran, y se comprometen a buscar siempre las oportunidades inherentes en cualquier reto, llegarán a ser la mejor versión de sí mismos.

Los ricos tienen el coraje de ir a por lo que quieren, y acaban transformando sus pasiones en el trabajo que desarrollan, de manera que incluso llegan a decir frases como que sienten que no han trabajado ni un solo día de su vida.

Los pobres, en busca de seguridad, dan preferencia a un trabajo en algo que no aman, a cambio de la falsa sensación de que al estar en una empresa grande, tienen un puesto asegurado de por vida.

Los pobres siempre están esperando un golpe de suerte para dejar sus trabajos. Los ricos, a pesar de serlo, siguen trabajando porque les gusta.

✅  ¿Nunca os habéis planteado porqué todos los grandes millonarios siguen trabajando, cuando podrían no trabajar ni un solo día más de sus vidas? Piensa en Amancio Ortega, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, o Richard Branson. La clave, por supuesto, está en que aman lo que hacen y el impacto que están creando en el mundo.

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